viernes, 19 de octubre de 2018

Juegos Culturales Neuquinos: la cutralquense Eugenia Sandoval logró el primer puesto en "Cuento"



Eugenia Sandoval, integrante de la delegación de Cutral Co en los Juegos Integrados Neuquinos, ganó el primer lugar en la disciplina "Cuento" de la categoría sub 15 con la obra: "Esquizofrenia, virtud o infierno".
Las finales provinciales de los Culturales se llevaron a cabo este viernes y sábado en Villa La Angostura. Sandoval, de 13 años, logró una escribir una sólida historia donde transmite las emociones y vivencias de la protagonista que padece de la afección. Hay tramos que "ponen la piel de gallina". Ahora la jovencita irá con su obra a Mar del Plata en octubre próximo.
La delegación de Cutral Co en los Juegos comenzó el viaje de retorno alrededor de las 18 por lo que esperan arribar a la ciudad, cerca de las 24.
La obra completa de Sandoval:

Esquizofrenia: ¿Virtud o Infierno?

Capitulo. 1: “El”:
Hola, soy Camila Rodríguez, tengo 12 años y esta es mi historia, claro también la de “Pefi” pero a eso viene todo esto.
Era un día normal en la escuela, todo iba bien hasta que “él” llego.
Iba caminando por la escuela y escuché una voz proveniente de un salón vacío
-¿hola?- dije con la voz temerosa
-“Hol”- Esa palabra incompleta me perseguiría de por vida, decidí ignorarlo, luego fui a mi hogar, la voz no cesó, al contrario, continuó, parecía querer volverme loca, ¿O acaso ya lo estaba?; momentos después me comenzó un dolor insoportable en la parte superior de la cabeza.
Esa noche fue la peor de mi vida, algo me decía que no sería la última. Decidí hacer algo, debía decirle a mi mamá, bajé y fui a donde estaba, tomé valor y hablé.
Luego de consultarle a mi madre sobre mi estado llegamos a una conclusión, debía ir a un especialista.

Capítulo 2: “Siempre juntos”:
Acordamos con mi mamá ir al especialista a las 3:00 pm.
Al llegar al lugar lo primero que pude ver fueron unos carteles los cuales eran muy coloridos, uno tenía la siguiente frase:
“Nada es imposible si te lo propones”
Ese fue el que más me gusto. Pasó un rato y nos llamaron, mi doctor era un señor de, como decirlo… ¿Avanzada edad? Su cabello ya era completamente blanco.
Al entrar me dijo que dibujara algo sin forma. Cualquier cosa.
Después de hacer otras cosas más el doctor me pidió que describiera al dueño de la voz, esta fue mi respuesta:
-Él es Pefi, me observa en las noches, y me habla, también me provoca mucho dolor de cabeza, Tiene ocho ojos, una boca, cola echa con un brazo humano y pezuñas con dientes.
-¿Cómo lo sabes?
-A veces lo veo- Respondí y voltee a ver a Pefi que sonreía en un rincón.
Transcurridos unos minutos me pidió que le dijera de donde viene el dueño de esa voz:
-Él tiene una casa grande en una isla llamada Maro Maro. Él me dice que no se asusten por el nombre que es un lugar muy bonito, pero casi no hay humanos.
-¿Por qué?- Preguntó el doctor.
-Pefi dice que tiene prohibido decirlo.
-Está bien.
Luego de que dijera eso el doctor escribió algo en su cuaderno y se levantó para irse con mi mamá afuera y cerró la puerta.
-escuchemos.
-Pero Pefi, no sé si podemos.
-Vamos, no pasara nada.
-Está bien- Acto seguido me acerque con Pefi a la puerta y escuche a mi mamá hablar:
Según entendí tengo algo llamado Esquizofrenia crónica o algo así, Pefi dijo que eso significa que estaremos siempre juntos.
Parecía muy feliz, por lo tanto yo también lo era. Feliz.
El doctor me recetó unos remedios, Psico no sé qué cosa.

Capítulo 3: “Un juego”
Los días después de eso transcurrieron con calma, Pefi estaba muy… raro reía mucho en las noches, luego llegaron Missa y Misser las ratas, eran buenas, el remedio las ponía a dormir, el médico me dio un botón que apretar cuando las voces y Pefi me aconsejen hacerme o hacer algo malo.
En la escuela Pefi me dijo que jugáramos a algo, él me empujaba a todos lados para ver si estaba hecha de globo.
Jugamos un rato y una profesora me encerró en la oficina de la directora. Pefi comenzó a saltar por todos lados tirando todo al piso. Me culparon a mí, yo les mostré que había sido Pefi, me dijeron que no había nada ¡Pero yo lo veía!, Raro ¿no?

Capítulo 4: “Nuevos amigos”
Luego de lo que paso en la escuela deje de asistir por un tiempo.
-Estoy muy feliz, tengo 3, no, 4 nuevos amigos.-esas fueron mis palabras cuando aparecieron Bili, Feli, Lila y Sonia, eran raros, de hecho, tenían:
Colas de patas de rana, orejas de cerdo, ojos y cuerpos humanos. Me acompañan siempre, todos menos Sonia, ella me lastima, hasta tiró el botón que me dio el médico.
Hoy fue especial, fue el cumpleaños de mi primo Esteban, cumplió 5 años. Bili saltó sobre el pastel, yo me reí mucho. Sonia como siempre espero el momento adecuado para hacer algo, nada malo, me dio un pequeño cuchillo y me dijo que me haga tatuajes en la pierna.
Le hice caso, me hice una flor, me dolió mucho, mi tía no me dejó hacer nada mas ya que me sacó el cuchillo, Sonia no la dejó y le tiro el pelo. Eso fue divertido.

Capítulo 5: “El viaje a la isla Mero mero”
Hoy fue raro, todos, va, casi todos desaparecieron, sólo quedo Pefi, me prometió llevarme a su isla, lo único que debía hacer es saltar del techo de la escuela y volar hasta poder ver Mero mero.
No funcionó, y aquí estoy, me lo impidieron unos policías. Me dejaron en este frio lugar, me dijeron que todo iba a estar bien, que no me iban a hacer daño, que había gente como yo, todo eso fue mentira.
Me inyectan a diario cosas que supuestamente me calman, me dan esta libreta para escribir sobre mí día a día. La gente que hay aquí me dice que ve cosas, pero no hay nada. Pefi aún sigue conmigo.
-Hasta el fin de los tiempos-
Prometió.
El fin.…
O tal vez no.

 - Publicado en La Voz del Neuquén - 




¡Felicitaciones a nuestra alumna de 1° B por el logro obtenido!